Suena la alarma, me acabo
de despertar, veo un libro grande lleno de tantas fotos y recuerdos, y me vienen
a la cabeza aquellas tardes jugando en
el parque, cuando no tenía que vomitar
para sentirme bonita, cuando mi única preocupación era no manchar mi camiseta
blanca.
Ahora todo es diferente,
me siento una mesa redonda, un experimento fallido, me doy de bruces con el
perchero y siento que me importan muy poco las cosas pequeñas de la vida, pero
sí me preocupa enamorarme o el simple hecho de posturear, porque no tengo con quién hacerlo; me avergüenzo cada
vez que me preguntan por mis experiencias porque solo puedo responder con el
verbo "estudiar".
Llego a casa, me miro en
el espejo, solo veo complejos y mi único deseo es sentirme hermosa por naturaleza.
Grito
Carmen Montoya, Marta de la Fuente, Jone Vargas y Carla Muloz (2º ESO. B)